Chistes de soldados

Chistes de soldados

Terminada una guerra dos soldados franceses se pierden por un bosque. Malheridos, con un hambre de mil demonios y sin saber qué hacer, continúan por el frondoso bosque.

Llegan a un alto y desde allí divisan una casa con una chimenea echando humo

Cómo pueden  y agrandes esfuerzo, pues son soldados, van acercándose a la granja. No se veía a nadie por los alrededores, por lo tanto los habitantes tenían que estar dentro.

Llaman a la puerta y una “señora” bien puesta les abre, en sus brazos lleva a dos bebés…

Ella les pregunta:

–     ¿Qué puedo hacer por vosotros, valientes soldados…?

–     Vera señora… estamos muertos de cansancio, malheridos y llevamos sin comer nada desde hace tres días… No tendrá usted nada para darnos, algo de beber, … algo para comer…

–     Lo siento mucho pero unos saqueadores pasaron ayer por aquí y se lo llevaron todo. Mi marido ha ido a la ciudad a comprar víveres…

–     No tiene ni siquiera un poco de vinillo por lo menos para calentar nuestro cuerpo… y mojar nuestras gargantas…

–     Ni gota, no hay nada…

–     Y agua…

–     Tampoco,  por desgracia el pozo se ha secado,… pero igual tengo una solución – desabrochándose la blusa – , por lo menos podemos arreglar en parte… _

Los dos soldados apagan su sed uno en cada una …. Se ponen tibios cada cual mejor…

Ya saciados les dice la señora que se vayan al granero a descansar, y que cuando venga su marido con las provisiones ya comerán…

Los dos soldados agradecidos se van al granero, una vez instalados allí, tumbados mirando al cielo…

–     Qué suerte encontrar a esta buena señora, y más no ser ingleses…

–     Y eso… ¿Por qué… qué  más da en estos casos ser Inglés o Francés…?

–     Imagínate que  hubiésemos pedido té y le hubiéramos pedido agua caliente…

………………

Dos soldados haciendo guardia en la puerta de un cuartel.

–     Oye Manolo… ¿Has visto el pedazo de caca que ha dejado ahí el perro del sargento…?

–     Si el muy guarro ni siquiera se ha limpiado…

–     Tendremos que darle parte al Capitán de guardia…

–     Por mí se la puedes dar entera

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Un soldado le dice al cocinero.

–     Tengo tanta hambre que me comería  un caballo…

–     Pues hombre… precisamente es lo que van a servir ahora.

–     Qué estás haciendo…

–     Escribiendo a mi novia…

–     La echas de menos

–     Sí…

–     Y por qué escribes tan lento

–     Es que ella no sabe leer rápido

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El sargento en la instrucción está presumiendo delante de sus superiores en la forma de tratar a la tropa…

–     ¡Soldados…! Cuidado de echar alguna cerilla en el suelo… ¡Pensad lo que ocurrió en Roma…!

Un recluta muy avispado alza su voz

–     Y cuidado con escupir en el suelo… pensad en el diluvio universal…

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–     Un general inspecciona los comedores de un cuartel. Allí ve a un recluta y le pregunta

–     ¿Qué tal es la comida que os dan muchacho…?

–     Nos peleamos por ella, mi general…

–     Eso está muy bien, recluta sigue así, contento…

–     Si señor… todo depende del resultado…

–     ¿De qué resultado…?

–     Del que pierda…

–     Si porque todos los días nos peleamos y el que pierde tiene que comérsela toda..

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Un borracho le cuenta a su amigo…

–     Pues, en la pasada guerra yo fui el único soldado que se mantuvo de pie cuando el capitán dijo:

¡Cuerpo a tierra…! Pues yo fui el que permaneció de pie como un pino verde…

–     Que valiente eres, amigo…

–     Que valiente ni leches… tenía una botella llena de vino en el bolsillo y sin tapón….

 

 

 

Un grupo de soldados de la ONU en trabajos de misión de paz están comentando entre ellos las cosas más exageradas que puede haber. Sale el tema de los nombres.

Dice un soldado francés.

–  El nombre más corto del mundo está en Francia…

– Venga allá, le contesta otro, ¿Y cuál es…?

– “O”

– Pues sí que es corto, si…

Un soldado japonés dice:

– No, es el más corto, en mí país existe todavía más corto…

– Dinos cuál..

– “Casio”.

-El más corto es el mío  dice un español. Me llamo “Nicasio”.

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Se van al combate de una guerra.

Van de patrulla por la noche y van a pasar por un puesto  que esta el enemigo.

– ¡Alto!… ¿Quién va..?

El soldado “O” que había metido ruido  dice:

– ¡Miaauuu!

– Ah… es un gato.

No mira más el centinela y el soldado consigue pasar

Al poco el soldado “Casio” intenta la misma maniobra”

– ¡Alto!… ¿Quién va..?

– ¡Miaauuu!

– Ah… es el mismo gato de antes.

“Casio “ consigue pasar sin problemas.

Ahora va el español que es de pueblo y se las sabe todas, sin querer mete ruido…

– ¡Alto!… ¿Quién va..?

-¡Otro gato…!

Se oye un tiro y cae herido en combate.

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Los tres soldados van de patrulla, hay soldados enemigos…

-¡Cuerpo a tierra! dice uno…

Se asoma el francés, suena un tiro…

– ¡Ahhg…!  ¡ Por la patria, Viva  la france.

Se asoma el Japonés, Suena otro tiro

– ¡Ahhg…! Por el emperador, viva Japón

Se asoma Nicasio, suena un tiro…

– ¡Ahhg…! Por asomarme.

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Están los tres en un avión,  a este se le estropea un motor. Va a caer  y el capitán les manda poner los paracaídas.

–     Mi capitán sólo hay dos…

–     Pues es un problema… haré una pregunta a cada uno el que no sepa el resultado se queda sin él.

–     Haber tú… Nombre de dónde cayo la bomba atómica…

–     Hiroshima y Nagasaki- Contesta el francés.

–     Tú soldado, nombre del avión que llevo la bomba

–     Enola gay contesto Casio

–     Muy bien.. Ahora tu Nicasio. Nombre y apellidos de todos los que murieron…

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Esta el sargento haciendo la instrucción con un montón de reclutas…

–     Pues esto es el cetme, un arma española. La cuidareis como si fuera vuestra novia.

Esto es una bala, y esto es un cartucho…

Sigue con la instrucción y un recluta levanta la mano

– Mi sargento… ¿Qué diferencia hay entre una bala y un carchuto…?

– ¿Qué es lo que has dicho…?

– Qué ¿Qué diferencia hay entre una bala y un carchuto…?

– Pero pedazo de… ¡se dice cartucho!

– Si ya sé que se dice carchuto, pero qué diferencia hay entre una bala y un carchuto…?

– Cabo llévatelo de mi vista y enséñale a decir la palabra cartucho… y no vuelvas hasta que no se la haya aprendido…

– A la orden mi sargento…

Pasan dos horas y al poco aparece el cabo con el recluta

–     A la orden mi sargento…

–     Dime cabo… ¿cómo  ha ido..?

–     Bien mi sargento… el recluta ya  ha aprendido a decir carchuto…

Saludos, Ángel

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